sábado, 8 de diciembre de 2012

Consumo racional de la TV

En la entrada anterior hablábamos de programas basura y como influía en la forma de ser de los jóvenes. En esta entrada hablaremos de los programas que ven los niños pequeños. ¿De verdad sabemos el tipo de programas o series que ven nuestros hijos?



La ley ha establecido una franja horaria de protección, entre las 6.00 y las 22.00 horas, durante la cual, las televisiones no pueden emitir contenidos que perjudiquen el desarrollo de los menores de 18 años. Esta franja se ha reforzado entre las 8.00 y las 9.00 de la mañana, y entre 17.00 y las 20.00 horas, los días laborables. Durante los fines de semana y festivos, la franja de protección reforzada empieza a las 9.00 de la mañana y se prolonga hasta las 12.00 del mediodía. En estos tramos horarios tan solo se pueden emitir contenidos aptos para menores de 13 años.
Sin embargo, aún habiendo esta franja de protección, siguen emitiéndose programas no aptos para ellos. Muchos programas, aunque sean de dibujos, no significa que sean educativos. Podemos ver el ejemplo de Los simpson o Shin Chan. 

En este vídeo podemos ver la canción de entrada de la serie de dibujos Shin Chan:


Muchos padres, al estar trabajando, no pueden estar continuamente viendo la televisión con sus hijos, por lo que no controlan lo que los niños ven. 
No se les puede prohibir ver la televisión, ya que al fin y al cabo, en el colegio hablarán con los compañeros sobre ese tipo de programas.
Pero, como padres, lo que podríamos hacer es ponerles programas o películas educativas en la medida de lo posible. También podemos proponer a nuestros hijos una serie de juegos que les interesen para que dejen la televisión a un lado durante un rato.

A continuación propongo una serie de buenos hábitos a la hora de ver la televisión con niños:
  • Se debe tener muy claro qué tipo de programas son los mejores, en que horarios se emiten y cuántas horas de televisión queremos que vean al día. Después, el niño puede elegir entre una variada gama.
  • La tele no puede ser ni un premio ni un castigo. Es un instrumento, una diversión más de entre las muchas opciones diarias.
  • Si no quiere alejarse ni un metro de la tele, se puede construir una propia con una caja de cartón para que los papás, los amigos o él mismo emitan sus propios programas inventados. Así se estimula su imaginación.
  • Tenemos que ser muy rigurosos con nuestros hábitos. Los chicos aprenden de lo que viven y de lo que les cuentan los adultos.

En el siguiente enlace encontraremos más información sobre el uso racional de la televisión:

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